lunes, 15 de septiembre de 2014

Crónica Valencia 3-1 Espanyol

"No fue 1, ni fueron 2, fueron 3…"


Mestalla sigue disfrutando del invicto del equipo, el Espanyol su víctima.


Como esa graciosa canción latina, el Espanyol recibió tres goles en su visita al Mestalla, un castigo quizás un poco excesivo, pero que mostró la falta de rodaje, la poca creación que lleva a un desequilibrio ofensivo y lo mucho que hay que mejorar en defensa en el cuadro blanquiazul que cayó 3-1 ante el Valencia.

El Espanyol salió a mostrar su fútbol aguerrido, de presión y de toque en esta tercera jornada y lo logró en varios paisajes del compromisos ante un buen rival. En apenas 6 minutos el Espanyol salió a ahogar al rival y parecía rendir frutos, pero en el minuto 7, precisamente obligando a despejar a Diego Alves, meta del Valencia, una buena recepción en el medio del campo originó una contra que con un contundente Rodrigo ante Arbilla por la banda derecha "Che" permitió sacar un centro que remató Piatti solo y poner el 1-0 en la pizarra.

Golpe bajo para los pericos que pasaban por un gran momento de partido. De resto, el primer tiempo fue muy trabado en la mitad de cancha con apariciones esporádicas de la visita, y un Rodrigo era quien brillaba frente a Arbilla, con desbordes y velocidad pero que no paso a más.

Ya en la segunda mitad, la competitividad perica continuó y buscó el empate. Incluso Sergio García marcó un gol que anularon que pudo abrir la polémica. Parecía que la presión tan arriba servía a los pericos que merodeaban el área rival. Pero el gol no llegó y los "permisos" para tocar en el medio del campo se pagaron caro; jugada de triangulación del Valencia, ayudado con un rebote que cae en los pies de Dani Parejo, solo al borde del área le permitió poner el 2-0 que parecía sentenciar al 63. Se notó el golpe y diez minutos después, lo que pareció una contra, ayudado con facilidades en defensa fue el 3-0 en los pies de Paco Alcácer.

El gol de la honrilla llegó al 90 de penal que Sergio García hizo efectivo. El Espanyol tuvo buenos pasajes, pero mucho que mejorar aun. Esa ilusión es palpable, pero regalar facilidades y poca creación terminan mostrando esa pizarra de 3-1. De positivo, Abraham en la medular con Víctor Sánchez parece afianzarse, Felipe Caicedo entre algodones pero jugó minutos y un gran Kiko Casilla que poco pudo hacer en las jugadas de los goles.

Ahora el Espanyol jugará el próximo sábado, cuando reciba al Málaga, un rival poco apetecible, por ser un rival directo, por lo que esas fallas deberán trabajarse en la semana. Las ganas siguen intactas y habrá que tener paciencia a los dirigidos por Sergio González, pero también el triunfo tiene que llegar para brindar tranquilidad a todo el club y los aficionados.

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