miércoles, 8 de octubre de 2014

Y Sergio dio con la tecla

Sergio, entrenador del Espanyol
Después de un inicio bastante desesperanzador para los seguidores del Espanyol, parece ser que el equipo ha conseguido entablar una dinámica positiva que se está viendo en los resultados de los últimos 4 partidos, donde el equipo ha conseguido hacer siete puntos de los doce posibles en juego.

Y todo esto se debe a que el entrenador perico por fin ha conseguido definir un sistema de juego idóneo, donde los jugadores pueden desarrollar sus cualidades, y a nivel individual, conseguir un rendimiento óptimo.

La pretemporada fue un autentico desastre, puesto que la sensación que se transmitía en el campo era de que el equipo no sabía muy bien a lo que jugaba. Los resultados hablaron por si solos y se encadenaron derrotas un tanto bochornosas contra equipos de menor categoría. Al principio no se le dio mucha importancia puesto que es lógico que un nuevo entrenador intente implantar su idea de fútbol a los jugadores, y estos a su vez asumir los conceptos lo mejor posible.

Pero el verano pasó rápido y la liga comenzó. El primer partido de liga el equipo empató en el campo del Almería in extremis en el descuento de la segunda mitad. Más o menos se vio por donde iban los tiros respecto al esquema de juego. Se jugó con un 4-4-2 con dos delanteros centros fijos, y con un ‘’invento’’ por llamarlo de alguna forma, que era Salva Sevilla pegado a la banda (recordemos que la posición natural de Salva Sevilla es de media punta o medio centro organizador). El equipo creó poco peligro y bastante inseguridad defensiva, con malos repliegues y errores en la transición de la pelota.


El siguiente partido frente al Sevilla en casa (que acabó con derrota) Sergio González colocó a Salva Sevilla en de enganche por detrás de Sergio García, y a Stuani por la banda para ayudar en defensa a un desbordado Javi López. El juego del equipo mejoró algo pero no lo suficiente, sin contar además que se enfrentaban a un rival con una plantilla superior en calidad y juego.

La jornada 3 fue sin duda la prueba de los males del equipo. El Espanyol salió goleado de Mestalla frente al Valencia, y pudiendo ser mucho más amplio el resultado si no hubiese sido por la actuación de Kiko Casilla. Se jugó con el mismo once inicial que en la anterior jornada, con la única variación de Arbilla de lateral izquierdo.

A partir de la debacle en Valencia, en los siguientes cuatro partidos el equipo consiguió afianzar una manera de jugar y sobretodo un once tipo. Para conseguir esa mejoría sin duda hubo dos cambios significativos: el regreso de Fuentes a la titularidad después de recuperarse de la lesión que tuvo en pretemporada y sobretodo el papel que desempeña Cañas, que fue el último fichaje en llegar tras la venta a última hora de David López al Nápoles.

Estos dos jugadores dieron la consistencia necesaria en defensa, que era lo que necesitaba el equipo. También resaltar la mejoría a la hora de bascular en el campo y que el equipo es más solidario defensivamente ya que los extremos comenzaron a trabajar más en esas labores labores.

La Liga es muy larga y habrá que ver cómo se desarrollan los siguientes enfrentamientos, pero de momento, después de muchos ensayos, parece ser que Sergio acabó dando con la tecla. Esperemos que la dinámica no cambie y el equipo pueda aspirar a algo más que la salvación, que es el objetivo principal del equipo cada temporada.

Escrito por @BanonCop

No hay comentarios:

Publicar un comentario