Partidos Agridulces para el Espanyol
Felipe Caicedo como revulsivo comienza a responder.
Luego de abandonar un poco estas
líneas, toca hacer actualidad del Espanyol,
que ha pasado unas semanas en las que sigue brindándonos un gusto agradable
porque sigue manteniendo la ilusión, sigue mostrando buena forma, pero que se
le resta lo agradable a la hora de tragar ya que falta aun la definición para
poder disfrutar de todo lo que está tratando de construir.
Tenemos que irnos para el inicio
de la semana pasada, semana en la que el club cumplió 114 años (el pasado martes
28) y en la que diputó la "nueva" SuperCopa de Catalunya. Enfrentó en una final directa al Barcelona, donde mostró todas sus
virtudes, a su cantera con jugadorazos Segunda
B, pero que al final no se llevó el premio.
En frente tuvo un Barcelona, con Luis Suárez, Pique y Alba entre los titulares y otros
grandes que vieron minutos, y que además también mostraba sus baluartes. Empate
a uno y perder la Copa en la definición desde el punto penal, quizá la cosa menos
importante. Lo importante es ese sabor en los labios, como esa miel que gusta.
Ver jugadores poco habituales mostrando todo el potencial para tratar de
ganarse un puesto y ver jóvenes como Jairo
Morillas, Eric Bertrand jugando
a un gran nivel. Pero, pese a que el sabor sigue siendo bueno, el trago no
termina de encajar y de cuajar, ya que al final de tener que ir hasta la
definición desde el punto penal y quedarse sin el título siempre incomoda.
Esto nos lleva a la jornada de
Liga del pasado fin de semana, donde se visita al Elche y se termina perdiendo 2-1 al ser victima de un gran Jonathas quien marcó doblete. Un Espanyol ordenado en defensa, tratando
de llevar el ritmo, arriesgando en lo ofensivo, guerrero y con aguante, que
tuvo a Alex acompañando a Cañas en la zona medular, además
contando con la recuperación de Sergio
Garcia, con Caicedo sirviendo de
alternativa cuando viene del banco, y por el debut de Joan Jordán quien mostró
clase en esos minutos que diputó.
Todo parece positivo, pero al
final, el agrio vuelve a aparecer al final de disfrutar el trago, y es que
termina derrotado ante un Elche que
finalizó con nueve jugadores y que puede ser de esos rivales directos. No se le
quita mérito al Elche, pero quizás el Espanyol
sigue en construcción, empieza a gustar, pero sigue faltando algo más.
En fin, suena reiterativo pero es
así, gran sabor de boca, amargo el trago.

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